Crítica del esperadísimo 17 álbum de IRON MAIDEN que llega este 2021 bajo el título “Senjutsu” y que seguro va a generar más de una opinión enfrentada
Nos enfrentamos hoy a una crítica nada sencilla. Ni más ni menos que el álbum número 17 de IRON MAIDEN, “Senjutsu”. Cuando se trata de valorar el trabajo de grandes bandas siempre nos encontraremos con incondicionales completamente entregados y otros eternamente defraudados. Partiendo de que nuestra reseña no es más que el reflejo de la opinión personal de un fan más que pelea contra sí mismo por lograr algo de objetividad, he de decir que dar una valoración total me está costando un triunfo.
Empezando por lo más técnico diremos que el disco está producido por el clásico Kevin «Caveman» Shirley, que Steve Harris sigue siendo quien dirige y marca cuál es el sonido de la banda, Bruce Dickinson pese a todos los achaques físicos sufridos en las últimas épocas, sigue manteniendo un nivel vocal espectacular, demostrando porque fué, es y será uno de los mejores vocalistas de Heavy Metal. Pero nada de esto funcionará sin la solidez del enorme Nicko McBrain y el pack guitarrero de Dave Murray y Adrian Smith a quienes se une también Janick Gers.
Muchos pensarán que tras 40 años Iron Maiden puede hacer lo que le dé la gana, pero el eterno dilema está ahí. La lucha entre los deseos comerciales del artista y los deseos creativos del mismo. De hecho los álbumes más célebres de la música “moderna” suelen lograr encontrar lo mejor de los dos mundos.
Seguramente la banda ha intentado lograr este equilibrio con “Senjutsu” ¿Lo han logrado? Esto es lo que pensamos nosotros después de dejar “surcos virtuales” en la copia digital del álbum que hemos podido degustar.
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IRON MAIDEN «Senjutsu» Tema a Tema
Vamos a desgranar el álbum “Senjutsu en detalle:
“Senjutsu” arranca fuerte con el tema que lleva el mismo nombre del álbum. Timbales y riff de guitarra cortado dan paso tras unos segundos a un tema muy potente, épico y donde todos los elementos parecen encajar a la perfección en un tema largo, pero que se torna algo pesado para empezar.
El segundo corte, «Stratego», ya publicado como single antes del lanzamiento del álbum, es una colaboración es uno de los temas más cortos y seguramente más comercial. Tiene un ritmo trotón muy Maiden y una estructura de canción convencional que la hace de escucha mucho más fácil que el tema anterior, y que además es carne de concierto.
Llegamos a “The Writing on The Wall” que por algo fue el primer sencillo y vino acompañado de un impresionante vídeo musical. Este corte nos presenta un sonido algo distinto de la banda que torna lo místico y épico en algo que podría ser banda sonora de una peli del oeste. Este corte es obra de Bruce Dickinson y Adrian Smith y algunas opiniones he leído por ahí que achacan este sonido a la posible influencia de la relación de Adrian con Richie Kotzen. No me atrevería a decir tanto, pero lo cierto es que encontramos un tema original, que engancha y que sirvió como la perfecta carta de presentación de este trabajo.
“Lost In A Lost World” regresa a la senda de los medios tiempos de larga duración. La canción son dos en una ya que arranca con sonidos de guitarra limpia y un Bruce “adornado” con ciertos efectos que tratan de alguna forma de misterificar la canción. Después llega el resto de la banda para dar caña montando una pista que en conjunto engancha bastante y no cansa pese a rozar los 10 minutos. Ya pudimos escuchar en el arranque del álbum ciertos toques de teclado que no están al nivel del resto de elementos, y en este tema estos se evidencia bastante más.
“Days Of Future Past”. Aquí es posible que me caigan críticas, pero para mí es un temazo. Menos complejo, más rápido, más animado, en definitiva una oportunidad de saltar y cantar hasta perder el aliento.
El primer CD termina con «The Time Machine», nos muestra la cara más progresiva del disco con esos ritmos entrecortados, cambios ascendentes e incluso la primera fase vocal de Bruce montando una serie de elementos que se van solidificando hasta llegar al “estribillo” más melódico. Pero eso es solo el principio ya que la canción encierra múltiples sorpresas protagonizadas por las seis cuerdas. Riffs, melodías de guitarra, duelos (si eres guitarrista o aficionado a la guitarra te lo vas a pasar pipa).
Pasamos el ecuador de Senjutsu con buen sabor de boca, y nada más pinchar el segundo “CD” arranca un nuevo corte de Bruce y Adrian que nada tiene que ver con lo escuchado en la primera parte del álbum, pero que igualmente, nos ofrece detalles muy interesantes, sobre todo en lo que a guitarras se refiere, en un corte ligero más aún teniendo en cuenta lo que se nos viene encima con las tres pistas finales.
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La primera de estos tres “épicos” es «Death of the Celts», que comienza con el clásico bajo + guitarra, aunque en esta ocasión todo envuelto de nuevo por teclado y que sirve de preludio a la entrada de Bruce cantando en línea con la melodía instrumental y creciendo en intensidad según avanzan los minutos. A lo largo de los más de 10 minutos de canción pasan muchas cosas. Momentos «Clansman», ciertos minutos nos recuerdan a «Losfer Words» y fases completamente instrumentales que liberan la creatividad y destreza de los músicos.
«The Parchment», arranque pausado con bajo, al que pronto se une una guitarra limpia y deambulan en solitario durante un buen rato hasta que entra la batería y el riff que servirán de eje bestial de esta brutal canción. De nuevo tendremos los juegos de voz y guitarra y una importante carga instrumental con un sonido a Maiden clásico.Estas combinaciones se intercalan a lo largo de nuevo de los 10 minutos de tema dejando una de las grandes pistas del álbum.
«Hell on Earth», me generó una sensación de monotonía, ya que una vez más abre de la misma forma que lo hacía el corte anterior y se hace algo larga la espera hasta que rompen con el típico ritmo trotón de la banda. Además volvemos a notar ese teclado que poco aporta y que de alguna manera desmerece el resto de la composición. La canción gana con el paso de los minutos y nos ofrece la posibilidad de disfrutar de un truelo de guitarras en la parte media, donde la banda despliega uno de sus grandes momentos de ROCK con mayúsculas.
Ahora tocaría sacar una conclusión de todo esto, pero no es fácil. Creo que casi todo el mundo estará de acuerdo en que seguramente sea el mejor trabajo de la banda desde “Dance of Death” pero en momentos me da cierta sensación de abuso de progresividad que nos aleja del Heavy Metal más clásico… Eso sí, en cuanto te despistas llegan McBrain, Adrian y compañía meten una patada en la puerta y le dan completamente la vuelta a la canción.
Creo que “Senjutsu” es un disco para escuchar con tranquilidad, para degustar lentamente y disfrutar de los muchos matices ocultos en cada una de las canciones. Será difícil sacar un himno, y no creo que muchos cortes puedan formar parte del setlist de una gira de éxitos, pero si como han dejado caer, la banda piensa hacer una gira en algún momento tocando el disco íntegro, sin duda será una experiencia digna de disfrutar, aunque la experiencia no se MAIDEN 100%.
Señores hablamos del 17 disco de una banda que lleva 40 años defendiendo su bandera, y donde algunos encuentran agotamiento y cansancio, estos chavales solo ven retos y ganas de hacer más cosas. Así que no puedo decir más que UP THE IRONS!
Crítica de Amber Mendes
Cuando te dicen que es un disco para escuchar con tranquilidad, significa que es una cagada. Escuche los temas y me parecieron un embole realmente, muy poco del Maiden que a todos nos gusta. Pero por la edad que tienen no se puede esperar mucho, quizas deberian haberse retirado hace tiempo. En fin.
El mejor disco de maiden.. superando aún al gran Matter of life and death.. la verdad deja sin ganas de escuchar discos viejos como seventh son, somewhere im time o powerslave.. ni hablar de ponerse a escuchar los primeros discos. Obviamente es para entendidos.. Ariel.. de qué planeta sos? Cada vez mejor esta banda.. solo aplausos.
En honor a la verdad, este nuevo disco tiene luces y sombras y primeros 3 temas diría que andan bien, pero me da la sensación que la banda esta prisionera de su propio estilo, hay muchos riffs reciclados, la batería a ratos muy plana, y si no fuera por la lealtad a la banda, diría que no hay mucho que esperar a futuro, Iron ha dado lo mejor de lo mejor y exigirle ahora que suene como antes es casi imposible. En resumidas cuentas y con mucho respeto a la Doncella, falta alma, falta Heavy Metal y antes que Bruce y compañía suenen bien en vivo genial, lo demás es simplemente historia. Up the Irons
SI un disco no te engancha a la primera y hay que escucharlo mas veces entonces no es una obra maestra.
Hasta la portada es floja con un Eddie ninja en un fondo negro, incluso el Eddie maya de Book of Souls tenia mas contrastes que el de Senjutsu.
Otra cosa es el audio, en Writing on the wall la voz de Bruce parece estar cantada dentro de un tarro, y que decir que las guitarras que ya perdieron el filo que tenian antes, ahora las guitarras stereo se pierden en la mezcla. No se porque hablan de «sonidazo» si perdieron claridad comparado con sus trabajos anteriores, solo soy un oyente que le gusta Maiden, no un fanatico a muerte.
Obviamente a los fans de fuego les encantara todo lo que haga Maiden y allí no hay nada que hacer.
Para mi este álbum es mejor que el flojisimo book of souls, pero inferior a The last Frontier, en el que exceptuando los 2 primeros temas, encontramos temas mucho mejor elaborados. Maiden es una gran banda que ha renunciado voluntariamente desde Seven Son a sus señas de identidad. Es lícito, pero también es igual de lícito reseñarlo. Para mi este álbum reafirma que están en una línea sin retorno. Un álbum con poco brillo, sin pegada…..y sin sorpresas. Lo más destacable Stratego y Lost on a Lost world. Les falta brillo….perdieron gran parte del mismo con J Gers. Casualidad? Puede….Harris se está volviendo un poco aburrido. Sin embargo un disco regular de Maiden…. siempre tiene momentos para el disfrute.