Crónica del concierto de The Night Flight Orchestra en la Sala Caracol de Madrid el 3 de diciembre de 2018.
¡Lo voy a decir ya!, gracias a Madness Live es probable que lo que vieron mis ojos y escucharon mis orejas fuera el mejor concierto de 2018. Todo un bolo lleno de originalidad, variedad de estilos mezclados, de otra puesta en escena, y en definitiva, un concierto distinto y maravilloso. Y tengo que decirlo también, ¡gracias Alicia y gracias a tu pesadez! ¡Gracias por darme a conocer a esta banda! Usando solo el sentido del oído, cuando escuchas su música, puedes imaginarte que The Night Flight Orchestra son funk, son AOR, son pop, son heavies. Y que también son glamour, vintage, retro, juventud y fuerza a la vez. Toda una “originalidad ya vista”. Y si ya pones el sentido de la vista, empiezas a darte cuenta, a intuir, que tus imágenes mentales pueden ser ciertas: El escenario es glamuroso y repleto de cosas: detrás, a un lado, una batería, preciosa, transparente, con un gran bombo con el logo de la banda y con una línea de luces que la adorna, la oficina de Jonas Källsbäck. En medio, una plataforma, donde irán las coristas, Anna Brygård y Anna-Mia Bonde. Al lado contario de la batería una sección de guitarras y de instrumentos de percusión, donde se situará Sebastian Forslund. Delante, más limpio, el puesto de Sharlee D’Angelo, bajista, el de los teclados, tres, de Richard Larsson y los puestos de los líderes, David Andersson, guitarrista, y Björn Strid, cantante. Presidiendo el escenario, un búho, sí, un búho, a los pies del cantante y delante, entre monitores. El cuadro mental se hace realidad cuando salen los músicos al escenario, sus pintas son setenteras, elegantes e intencionadas. Sombreros, trajes, camisas de flores para ellos, y uniformes de azafata para ellas. Faltaba el sonido en directo, y, ¡zasca!, una bomba para mis orejas. A pesar de estar un poco saturado, ¡cuánto ha perdido La Caracol en cuanto a sonido!, todo era como me imaginaba, a la vez que escuchaba, veía, disfrutaba, por mi cabeza aparecían Starsky y Hutch, Los Ángeles de Charlie, estaba cuarenta años atrás. Sometimes The World Ain´t Enough dio comienzo al bolo. La banda está desde el principio muy concentrada y compenetrada, así hay que estarlo, hay mucha gente ahí encima, haciendo muchas cosas, y no se pueden cometer fallos. Living For The Nighttime ya fue un karaoke tremendo, y con Speedwagon, con unos grandes coros, vivimos el primero de los toques de glamour, la purpurina, que lanzaba Björn, volaba por el escenario. Con Midngith Flyer y Turn To Miami no se olvidan de que también son heavies, la primera tuvo doble solo de guitarra y un solo de teclado, además de un final a saco, la segunda tuvo un final con el bajo con unas notas muy agudas. Star Of Rio tiene un estribillo potente y que me encanta, Björn es pura fuerza, doblan el riff las dos guitarras. Igual de potente es Gemini, con un puente hacia el estribillo muy heavy también que te lleva a ese estribillo pegadizo. Something Mysterious nos recuerda a Survivor, esa intro de piano inunda la sala. Josephine tiene un solo de teclado maravilloso, y Paralyzed y Can´t Be That Bad nos volvieron locos, pocas canciones son tan perfectas, potentes y pegadizas a la vez. Terminan Can´t Be That Bad con la voz y el piano, solos, para enlazar con 1998, y me vino lo mejor de los setenta, esos coros a lo Barrio Sésamo. Maravilloso Descansaron un minutín para comenzar con los bises, que fueron, This Time, con un comienzo a lo Highway Star, Lovers In The Rain y West Ruth Ave, el temazo de la banda, uno más, en el que la labor de Sebastian Forslund con los timbales lo hacen mejor si cabe. [ngg src=»galleries» ids=»11″ display=»basic_thumbnail»] Así acabó, y como decía al principio, el mejor bolo de 2018. Variedad, novedad, glamour, maravilla…Setlist de The Night Flight Orchestra en Madrid
- Sometimes The World Ain´t Enough
- Living For The Nighttime
- SpeedWagon
- Midnight Flyer
- Turn To Miami
- Star Of Rio
- Gemini
- Something Mysterious
- Josephine
- Paralyzed
- Can´t Be That Bad
- 1998
- This Time
- Lovers In The Rain
- West Ruth Ave
Crónica y Fotos de Ape Navarro